De Calatayud a Sigüenza

Hasta el primer tercio del siglo XIX el camino preferido para ir de Madrid a Zaragoza era la carretera que, saliendo desde Alcolea del Pinar, cruzaba las parameras de Molina y llegaba a Daroca, ya en Zaragoza, donde enlazaba con el camino general de Valencia a Zaragoza. Pero entonces se construyó una nueva carretera que bajaba a Medinaceli, y de ahí a Calatayud y Zaragoza; un camino más cómodo y que evitaba los rigores del invierno, y que atrajo todos los tráficos. La construcción de la línea férrea por Sigüenza acabó condenando al olvido a aquella carretera, salvo unos pocos tramos convertidos en carreteras locales.Precisamente usando el ferrocarril he planteado una ruta para recordar aquel camino de carretas, o carretera, y poder rodar por los mismos lugares por donde tantos viajeros pasaron hace siglos. Y de propina, un bucle con inicio y fin en Mandayona, pero que pasa por Sigüenza y Baides, ambas localidades con estación, que permitiría alargar la ruta y visitar la hoz del río Dulce.El primer día se trata de llegar a Daroca desde la estación de tren de Calatayud. Existía una línea de tren, el Santander-Mediterráneo, que recorría el valle del Jiloca. Su transformación en vía verde avanza a trompicones, pero es una buena manera de recorrer kilómetros entre campos de cultivos, principalmente árboles frutales. Hay un tramo paralelo al río que es una delicia, sendero estrecho, un poco roto, pero muy disfrutón. Y para llegar a Daroca, un pequeño rodeo para conocer el túnel de la Mina, una obra civil para desviar una rambla que arrancaba las puertas de la villa de vez en cuando.
Tras visitar Daroca comienza la búsqueda del camino real olvidado, y lo primero es subir por el puerto de Balconchán, un trazado asfaltado pero cerrado al tráfico. Alcanzado el puerto y atravesado Used se llega a la laguna de la Zaida, un charco grande que se deja llenar de agua solo en los años alternativos. El camino sigue cuesta arriba y deja la provincia de Zaragoza justo antes de entrar en las hoces del río Piedra, un paraje que merece la visita. Se bordea Embid y por el valle del joven río Piedra se alcanza Tortuera, entrando ya de lleno en las parameras de Molina. El viento, el frío y el sol pueden ser por aquí enemigos duros de vencer. Tartanedo, Concha, Anchuela... se pasan pueblos antes de cruzar el río Mesa.
Mientras tanto, el camino olvidado ha sido recordado en forma de sendero de gran recorrido, GR. Pero esquivando siempre las carreteras, aunque sea a costa de dar un pequeño rodeo. A veces le hice caso a las señales, y otras no. La aventura es lo que tiene. El cruce del río Mesa fue a mi bola, con remojo de pies incluido. Y de ahí hasta Maranchón es casi todo subida, rompepiernas sobre todo.
Al día siguiente hay que llegar a Sigüenza, y la mejor manera es usar el camino del Cid BTT. Pero hasta Luzón, puerta de las hoces del Tajuña, es un dolor, así que mejor tomar alguna carretera local, sin tráfico, y así acceder a la pista que serpentea al lado del joven Tajuña. Ya en Anguita, más asfalto hasta cruzar la carretera nacional; mucho tráfico lleva esta otra carretera como para usarla como alternativa. Una pista hasta Garbajosa y las vías del AVE es mucha mejor manera de llegar a Alcolea del Pinar. El resto de caminos hasta Sigüenza son pistas entre sembrados y pinares.El bucle de Mandayona comienza recorriendo la hoz del río Dulce, accediendo a Pelegrina y después asomándose al mirador de Félix Rodríguez de la Fuente. Por carretera se llega a otro mirador sobre Sigüenza, y se visita la ciudad del Doncel y su castillo.
La salida de Sigüenza es por una pista paralela al río Henares, al que abandona durante unos kilómetros en un recorrido entre encinas. Tras cruzar Baides, un desvío y una subida nos devuelven a la ruta del Cid, en Matillas, y siguiendo esa ruta volveremos a Mandayona. Elegí Mandayona por ser el acceso más cómodo por coche si venimos desde Madrid, pero si venimos en tren podremos empezar en Matillas, Baides o SigüenzaAcaba la colección un track que es unión de los tres primeros, pero en sentido contrario. Porque la idea original era hacer esta ruta de Oeste a Este.